Hoy inauguramos una nueva edición de Radionegocios desde la bodega Viñas del Nant y Fall, en Trevelin. Nos recibe su fundador, Sergio Rodríguez, con quien conversamos sobre la historia de la bodega, los desafíos del sector vitivinícola y las oportunidades que presenta la industria en Argentina.
1️⃣ La pasión y la dedicación son esenciales en la viticultura
El éxito de una bodega no solo depende del clima o el suelo, sino del compromiso y el trabajo constante. En Viñas del Nant y Fall, la viticultura es una tradición familiar que se transmite de generación en generación.
2️⃣ Cambio climático: una amenaza y una oportunidad
El calentamiento global está desplazando las zonas productivas del vino. Regiones como Trevelin, antes impensadas para la viticultura, hoy emergen como nuevos polos productivos con características únicas.
3️⃣ Argentina tiene potencial, pero necesita continuidad
El país produce vinos de alta calidad, pero para competir mejor en el mercado global, es clave garantizar seriedad y estabilidad en la producción y comercialización. La oportunidad de exportación está ahí, solo hay que hacer las cosas bien.
El inicio de un sueño
Hace 15 años, cuando la familia Rodríguez comenzó con este proyecto, no existía ninguna bodega en el valle. En 2010, decidieron plantar el primer cuadro de Pinot Noir, apostando por una zona con suelos particulares y un clima extremo.
La primera vendimia no fue fácil. Las heladas y las bajas temperaturas pusieron a prueba la resistencia de los viñedos y la perseverancia de la familia. Finalmente, en 2016, lograron su primera cosecha, un momento histórico para la viticultura en Trevelin.
Desde entonces, la región ha demostrado su potencial para el cultivo de la vid. Aunque existen viñedos más australes en la Patagonia, esta zona sigue destacándose por sus características únicas.
Cambio climático y nuevos territorios
El cambio climático ha modificado el mapa productivo mundial. Zonas que antes eran impensables para la vitivinicultura, como Trevelin, ahora se presentan como nuevas oportunidades.
Este cambio ha permitido que la Patagonia comience a posicionarse en la industria del vino, aunque el clima sigue siendo un desafío constante.
Pasión y tradición familiar
El trabajo en la bodega no es solo un negocio, sino un compromiso de vida. Sergio y su familia han dedicado años a este emprendimiento, transmitiendo la pasión de generación en generación.
La producción de Pinot Noir es particularmente exigente. Requiere paciencia, conocimiento y una conexión profunda con la tierra. En este sentido, la viticultura es una actividad que fortalece los lazos familiares, ya que involucra a padres e hijos en cada etapa del proceso.
La industria vitivinícola en Argentina
Argentina ha logrado posicionarse con vinos de alta calidad, pero aún enfrenta desafíos. Para competir en el mercado global, es necesario mantener continuidad y seriedad en los procesos.
Si bien el país tiene un gran potencial exportador, es fundamental garantizar la calidad en cada etapa de producción para destacar en los mercados internacionales.
Otro cambio importante es la evolución en el consumo del vino. Antes, se consideraba solo un complemento de la comida. Hoy, las nuevas generaciones lo disfrutan en distintos contextos, explorando diferentes varietales y formas de consumo.
El futuro del vino en Argentina
A pesar de los desafíos climáticos y comerciales, el futuro del vino en Argentina es prometedor. La combinación de una geografía privilegiada, una tradición vitivinícola arraigada y el trabajo de bodegas comprometidas, permite proyectar un crecimiento sostenido.
En Viñas del Nant y Fall, Sergio Rodríguez y su equipo siguen apostando por la calidad y la identidad. Con dedicación y esfuerzo, buscan que cada botella refleje la esencia de su tierra, consolidando a Trevelin como una nueva región vitivinícola en el mapa argentino.
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